¿Qué parásitos tienen mayor incidencia en caballos, cómo detectarlos y qué hacer con ellos?
Todas las investigaciones realizadas coinciden en que encontrar un caballo con endoparásitos digestivos, es muy común; aunque, no todos estos agentes etiológicos, se presentan con la misma incidencia en las distintas poblaciones equinas estudiadas.
En España, al igual que en el resto del mundo, los endoparásitos digestivos más prevalentes en équidos en pastoreo, son los conocidos como estrongilados o estrongílidos y dentro de ellos los denominados comúnmente "ciatostominos", son los más prevalentes (algo que no sorprende si se tiene en cuenta que engloban a más de 14 géneros y más de 50 especies distintas de estos nematodos).
¿Pero entonces quiénes son los "grandes o pequeños estróngilos"?
Los que algunos denominan "grandes y pequeños estróngilos", en realidad, se deben llamar estrongilados o estrongilidos, puesto que pertenecen a la Familia Strongylidae. Y si queremos más diferencias, pues entonces podemos nombrarlos, dependiendo de cómo completan la fase endógena de su ciclo biológico. Los que sufren migraciones (como S. vulgaris, S. edentatus y S. equinus),se pueden llamar migratorios y los meramente digestivos, no migratorios (que son los ciatostominos).
¿Cómo podemos saber si un caballo tiene endoparásitos digestivos?
Se realizan, generalmente, debido a su rapidez y también bajo coste, técnicas coprológicas para establecer la carga parasitaria presente en un animal, de hecho en caballos, la técnica coprológica utilizada rutinariamente para la detección de la forma en heces, es el McMaster modificado.
Material para hacer 2 muestras McMaster modificado, en el centro, en la caja cámara de McMaster (falta solución densa) |
¿Qué se hace cuando un análisis coprológico es positivo, desparasitamos?
No en todos los casos de encontrar presencia de agentes parasitarios, es necesario establecer un tratamiento en el hospedador.
De hecho, dependerá de varios factores relacionados, no solamente con el hospedador, sino también con el medio ambiente en el que vive, y los parásitos detectados.
En el caso de los estrongilados, cuando realizamos la técnica coprológica rutinaria, no podemos diferenciar entre los que realizan migraciones en el caballo y los que tienen un ciclo biológico digestivo. Y si bien, todos son patógenos, las posibles consecuencias clínicas derivadas de sus acciones patógenas, son diferentes.
Pero dejando de lado, las técnicas que nos permiten establecer diagnóstico etiológico, si bien, cuando observamos la forma en heces (huevos), no sabemos qué estrongílido es; vamos a tener que establecer medidas terapéuticas cuando la carga parasitaria detectada, sea compatible con producir consecuencias en el hospedador y/o contaminar el medio ambiente.
En relación a la carga parasitaria, se establecen diferencias entre los animales, dependiendo de la eliminación de huevos detectados en las heces; pero, debemos tener en cuenta, que esta cantidad de formas parásitas detectada, dependerá a su vez, de la distinta prolificidad de las especies parásitas, de la época del año en la que nos encontremos, de la edad del animal (que adquieren por contacto controlado y prolongado mecanismos para regular sus poblaciones parásitas) y de la presencia, en el caso de ciatostominos, de animales eliminadores, que son aquellos que eliminan más huevos en heces, dentro de una explotación equina.
Por lo tanto, debemos realizar un tratamiento antiparasitario en aquellos animales en los que, detectemos signos clínicos por estrongilados; a veces, simplemente, pérdida de peso o en los que tengan cargas parasitarias compatibles con contaminar el medio ambiente en el que se encuentran mayor de 200 hpg.
Sin olvidar, que, hay inmunidad adquirida parcial, en caballos adultos, puesto que al ser parásitos muy prevalentes, suelen tener contacto con ellos, a lo largo de su vida, y que en la práctica, con cargas parasitarias entre 100 y 200 hpg, también se detectan consecuencias de las acciones patógenas por estos nematodos.
Un único consejo más, son parásitos que en presencia de humedad, completan en pocos días la fase exógena de su ciclo biológico, por lo que si decidimos mandar muestras de heces a un laboratorio para analizar, o hacerlo nosotros mismos, debemos intentar no dejar aire en el guante utilizado para recoger la muestra, mantener a temperaturas no muy elevadas (cuidado con refrigerar, que si luego queremos obtener larvas 3, en muchos casos es complicado, por falta de desarrollo) y tratar de que el tiempo entre la recogida y el procesado y lectura, sea el menor posible.
De hecho, dependerá de varios factores relacionados, no solamente con el hospedador, sino también con el medio ambiente en el que vive, y los parásitos detectados.
En el caso de los estrongilados, cuando realizamos la técnica coprológica rutinaria, no podemos diferenciar entre los que realizan migraciones en el caballo y los que tienen un ciclo biológico digestivo. Y si bien, todos son patógenos, las posibles consecuencias clínicas derivadas de sus acciones patógenas, son diferentes.
Pero dejando de lado, las técnicas que nos permiten establecer diagnóstico etiológico, si bien, cuando observamos la forma en heces (huevos), no sabemos qué estrongílido es; vamos a tener que establecer medidas terapéuticas cuando la carga parasitaria detectada, sea compatible con producir consecuencias en el hospedador y/o contaminar el medio ambiente.
En relación a la carga parasitaria, se establecen diferencias entre los animales, dependiendo de la eliminación de huevos detectados en las heces; pero, debemos tener en cuenta, que esta cantidad de formas parásitas detectada, dependerá a su vez, de la distinta prolificidad de las especies parásitas, de la época del año en la que nos encontremos, de la edad del animal (que adquieren por contacto controlado y prolongado mecanismos para regular sus poblaciones parásitas) y de la presencia, en el caso de ciatostominos, de animales eliminadores, que son aquellos que eliminan más huevos en heces, dentro de una explotación equina.
Por lo tanto, debemos realizar un tratamiento antiparasitario en aquellos animales en los que, detectemos signos clínicos por estrongilados; a veces, simplemente, pérdida de peso o en los que tengan cargas parasitarias compatibles con contaminar el medio ambiente en el que se encuentran mayor de 200 hpg.
Sin olvidar, que, hay inmunidad adquirida parcial, en caballos adultos, puesto que al ser parásitos muy prevalentes, suelen tener contacto con ellos, a lo largo de su vida, y que en la práctica, con cargas parasitarias entre 100 y 200 hpg, también se detectan consecuencias de las acciones patógenas por estos nematodos.
Un único consejo más, son parásitos que en presencia de humedad, completan en pocos días la fase exógena de su ciclo biológico, por lo que si decidimos mandar muestras de heces a un laboratorio para analizar, o hacerlo nosotros mismos, debemos intentar no dejar aire en el guante utilizado para recoger la muestra, mantener a temperaturas no muy elevadas (cuidado con refrigerar, que si luego queremos obtener larvas 3, en muchos casos es complicado, por falta de desarrollo) y tratar de que el tiempo entre la recogida y el procesado y lectura, sea el menor posible.
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